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Un paseo por la Bahía de Kotor

  • Foto del escritor: mferreror
    mferreror
  • 6 oct 2017
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 29 jun


La preciosa Bahía de Kotor, en la costa más septentrional de Montenegro, estaba allí abajo, apetitosa, pero oscurecida por la tormenta. Desde la montaña se podía ver parte de los dedos de mar, o Bocas de Kotor, que se introducen en el territorio formando un complejo fiordo, el más meridional de Europa, en pleno Mediterráneo oriental.



La tarde había empezado con lluvia y un cielo verdaderamente amenazador. La lluvia nos duró la comida y al salir del restaurante familiar terminaron de caer todavía unas pocas gotas más, para rellenar del todo los charcos. Prácticamente no había nadie por la carreterilla que bordeaba el fiordo, justo pegada al agua, dejando únicamente el espacio de alguna terraza particular con tumbonas, alguna mesa, y mini-embarcaderos individuales, todo ello sin ningún tipo de límite para el paseante. El silencio de la naturaleza era maravilloso, y el olor, un privilegio. Poco a poco las nubes se fueron levantando, aclarando la luz y el ambiente.

Me desplazaba paseando a lo largo de la orilla del mar. A mi derecha ese precioso mar turquesa, salado como más tarde pude comprobar, y a mi izquierda el asentamiento humano, con sus casas, palacios, cercados, templos, cafés y patios... bañados muchos en la pátina del tiempo y el olvido.

Finalmente, los más deseosos de su paseo cotidiano, o los rebeldes ante el mal tiempo, poco a poco fueron saliendo de su concha. Poca gente al aire libre, mayores, y muy experimentados paseantes en el escampado de la tormenta. Una mujer, muy simpática en su idioma, incluso me invitó a jugar con ella al dominó, y a cambio, aceptó posar para mi reportaje.

Al final del paseo, el sol se asomó por un resquicio entre las nubes, presagiando un espléndido y luminoso día siguiente, propicio para otros paseos.

Y para escuchar mientras me acompañas en este paseo: Lluvia y Truenos, de The New Raemon & McEnroe, 2016.

Reportaje realizado con la cámara Panasonic Lumix GF6, con el objetivo Lumix G X Vario 12-35 f2.8, en la ribera de la Bahía de Kotor, al final de un viaje por Montenegro terminando el verano.

Mi respeto para las personas que aparecen en cualquier entrada de este blog, donde sólo quiero recoger el pulso y la vida de la calle. Si te reconoces en alguna de ellas, puedes hacer comentarios, o pedir que la retire si es tu deseo.


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Segovia, Castilla y León, Spain

© 2016-25 por Marta Ferrero Fotografía

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