Por el camino a ninguna parte
- mferreror
- 18 dic 2017
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 may
Largo o corto es el camino, depende de cómo lo quieras hacer.

Fijar un destino puede ser simplemente la excusa, para después irlo cambiando según vas haciendo kilómetros, en una línea, o en una estrella, un pentágono, un triángulo, o un círculo, sin fin.
También puedes ir cambiando el camino, para no acabarlo nunca. Puedes fijar nuevos destinos que lo prolonguen, y no volver jamás. Ya no te guste tu lugar, no quieras seguir con tu vida, o mejor aún: quieres una vida sin límites, una vida nueva para volver a empezar, cada vez.
Cavafis ya lo dijo, bellamente, en su famoso poema Viaje a Ítaca:
Cuando emprendas tu viaje a Itaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. Ni a los lestrigones ni a los cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás, si no los llevas dentro de tu alma, si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo. Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!- a puertos nunca vistos antes. Detente en los emporios de Fenicia y hazte con hermosas mercancías, nácar y coral, ámbar y ébano y toda suerte de perfumes sensuales, cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. Ve a muchas ciudades egipcias a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. Mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Itacas.
C. P. Cavafis. Antología poética. Alianza Editorial, Madrid 1999.
Edición y traducción, Pedro Bádenas de la Peña
Una versión moderna y en formato cómic ilustra su significado (aquí el cómic). Después de todo, qué es la vida sino el camino de tu existencia, el deambular de acá para allá según un designio personal, lo único que tenemos en el tiempo que estaremos aquí.

¿Cuántas veces pasaremos de largo sin fijarnos en nuestro camino vital? ¿Cuántas oportunidades, disfrutes y risas a nuestro lado sin llamarnos la atención? ¿Cuántos desplazamientos, que no viajes, en nuestro haber?
Y, aunque el día acabe, sabrás que el camino no habrá hecho más que empezar.

Para escuchar mientras viajas a mi lado, Carretera, de Tulsa.

Fotos realizadas con la cámara Panasonic Lumix GF6, y el objetivo Lumix G X Vario 12-35 f2.8. De Segovia a Peñarrubias de Pirón, y sin objetivo ni horario definidos, un soleado pero frío día invernal, descubrí que, sin haber llegado todavía, disfrutar el camino ya estaba mereciendo la pena, y decidí hacer un pequeño reportaje a base de series de los recodos del camino que llamaron mi atención. Y tras Peñarrubias, el camino sigue...
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