¡Qué suerte, los árboles!

El 18 de febrero de 2025, un periódico local de una bella ciudad europea, publicó esta noticia:

"Un peatón de 29 años resultó gravemente herido en una colision con un coche en la plaza X. Tuvo que ser trasladado con heridas graves en una UVI móvil a urgencias de un hospital de la ciudad. Según los bomberos, que fueron los primeros en atenderlo tras la llamada de los testigos, por la proximidad de su estación al lugar, el peatón quedó tendido inmóvil en la calle, después del choque. Tras ellos la atendieron varios vehículos de atención médica urgente. Debido a esta atención, y a la investigación posterior, el tráfico quedó detenido en una de las calles durante hora y media, y también afectó a las conexiones con el transporte de superficie de varias líneas de metro de la zona, durante media hora".

No puedo imaginar (o sí) lo que pasa por la vida de una persona, y su familia, a la que le ocurre algo así.

Pensando, pensando en poder soportarlo, se me ocurre que, quizá, en mi caso, lo habría hecho gracias a los árboles. (Pincha las fotos para verlas enteras).

Los árboles como soporte vital.

Bañados en la luz de la lluvia o la del sol, o en las distintas horas del día, me los imagino llevando la primavera al invierno de esas vidas dañadas y en reconstrucción.

¡Qué suerte, los árboles!

"Pocahontas" me pilló de madre joven, y la vi varias veces con mis niños. El personaje de la Abuela Sauce es difícilmente olvidable, y me hace pensar que los espíritus de los árboles podrían ser de gran compañía en el recorrido de un camino tan doloroso.

Retratos de árboles de una bonita ciudad europea, hechos con un iPhone X, en un tiempo duro.

Capítulo 1. Los hospitales de las primeras semanas: Bogenhausen, Schwabing, Haar.

Capítulo 2. El luminoso patio de los desayunos.

Capítulo 3. Los trayectos al hospital, en transporte por la ciudad. Algún paseo.

Capítulo 4. Retratos de los protagonistas.

Capítulo 5. En torno al Isar.

Capítulo 6. Bad Heilbrunn, los trayectos, y su clínica. Del 10 de marzo al 10 de mayo.

Para Laura. Hoy es su gran día (día 88).

Y para Javier y Javi.

Y para toda mi familia, y amigos de todo lugar que, como una red inmensa de raíces y ramajes, estuvieron alrededor, con su increíble soporte emocional.

Gracias a los árboles... y ¡gracias a Marlena!, que me acogió, me ayudó y me apoyó incondicionalmente, durante unas semanas muy difíciles.